Atención: Lo que estas a punto de ver son
historias de Internet conocidas como "Creepypasta".
"Creepy" significa "espeluznante" y "pasta" que
viene del derivado "Copy-pasta", que se colocaron durante un tiempo
en los foros "chan". Se tratan en resumen de cuentos horror modernos,
escritos de manera anónima, y que aun se pueden conseguir en sitios
oscuros de la red...Se dice que de estas leyendas se crearon o puede que se
descubrieron monstruos o sucesos paranormales que
siempre estarán hay. A continuación les expondré un
Creepypasta muy inquietante creado por mi mismo. Advertencia, esta historia es
una interpretación libres que yo mismo he creado en base a las
verdaderas leyendas de Internet, no es real y si no estas acostumbrado a
las historias de miedo por favor, no sigas adelante.
Slenderman
No hay palabras para describir correctamente a Slenderman, no en esta vida, lo único que les puedo ofrecer para conocer a este ser es una historia. Un testimonio de una niña, la única persona que no solo sobrevivió lo suficiente a slenderman para describirlo, sino que ademas vio el espeluznante nacimiento de la criatura...
Emily Blair Nesbitt era una niña británica de unos 7 años de edad marcada por el miedo y la locura, llegando a extremos Psycoticos. En el Londres de 1906 una familia de clase baja apenas podía subsistir, menos si se tenían que encargar de una niña enferma. Así que a la familia de Emily no le quedo mas remedio que dejar a la niña en manos de un reputado psyquiatra de clase alta a cambio de que esta le perteneciera a partir de ese momento. La niña paso a manos del Dc Henrick Borner un hombre oscuro y solitario, de aspecto alto y delgado. Este hombre ya había tratado antes con la niña, por lo que el cambio no fue muy brusco para esta. Por su parte los padres de Emily tuvieron que mudarse a las afueras de londres para ganarse la vida cultivando la tierra de sus antepasados. Antes de irse, le dieron a la niña un regalo, un osito de peluche que se convertiría en la posesión mas valiosa de Emily para siempre. En un principio la relación con el Dc Henrick Borner iba bien, he incluso rutinaria, el la trataba como una hija de forma afectiva y la sometía a terapia para aliviar los síntomas de su enfermedad. Pero la niña nunca olvido a su familia, comenzó a interesarse por el trabajo de Borner en el campo de la Pycologia. Incluso llego a estudiar algunos libros.
Sin embargo, justo cuando su mundo comenzaba a tener un sentido, todo cambio. Al cumplir los 12 años el Dc Henrick comenzó a comportarse de forma extraña. Pero por mas extraño que fuera el comportamiento del Psyquiatra al mirarla o acariciarla, a Emily parecía no importarle cuando en su fuero sabia que debía enfadarse. Un día la niña entro en el despacho del Doctor en busca de material de lectura, el había salido y aunque le estaba prohibido ella misma se consideraba lo suficientemente mayor para poder elegir autor por si misma. Mientras estaba en el despacho no pudo evitar ver las notas de Borner. Eran las del tratamiento de la niña, pero algo estaba mal. No era un tratamiento para curarla, mas bien eran unas instrucciones experimentales para modificar el comportamiento. Emily abrió los ojos de par en par incrédula el objetivo de aquel experimento era volver a la mente sumisa y obediente a través de un lavado de cerebros que duraría años. "Al parecer estaba teniendo éxito" pensó, cuando quiso preguntarse a si misma por que Borner estaba haciéndole eso, la respuesta salto a su mente al instante. Bastaba con recordar el extraño comportamiento del doctor hasta la fecha. Esas miradas, la forma en que la tocaba. Estaba claro que quería convertirla en un juguete sexual, en un conejillo de indias, en una esclava, en su creación.
Justo en ese momento comenzaría su pesadilla, no necesito darse la vuelta para saber que el doctor Henrick estaba detrás de ella y lo había visto todo. No podía aparentar normalidad, no podía uír ¿ha donde ? no... Apenas pudo oponer resistencia cuando las manos de Borner se posaron sobre el cuerpo de Emily. Había comenzado entonces el peor año que cualquier persona podía haber imaginado en su vida, lento y doloroso suplicio. El doctor Henrick nunca parecía tener suficiente, probando nuevas drogas y experimentando lo prohibido de la forma mas sádica que su mente imaginaba. Sus manos en la oscuridad que parecían tentáculos, los reflejos de sus apariciones interrumpidos por las drogas que recorrían el cuerpo de Emily. Entre el dolor, la desesperación, la impotencia y el odio los sentimientos de la niña comenzaron a manifestarse en sus miradas. Los pensamientos oscuros hacia el adulto que la había traicionado. Solo quería que sintiera el daño que ella estaba recibiendo. Un día la maldad de la niña fue tan grande e intensa que comenzó a tomar forma física poco a poco ante sus ojos. Cada día, en los pocos momentos de lucidez que las drogas le permitían imaginaba una figura que la salvara y matara de la forma mas inhumana al doctor. Se lo había imaginado tantas veces de la misma forma... Que un día, Como parte de una rutina Borner apareció con mas una nueva dosis que suministrarle a Emily, el sueño de la niña se hizo realidad. El hombre se paro en seco, notando una extraña presencia, como si una sombra le pusiera la mano en el hombro. A las espaldas del hombre, una figura pálida, vestida con un traje negro apareció ante los ojos del anonadado doctor. Una figura exacta a Henrick, igual de alto, igual de delgado, con el mismo rostro pero de un blanco antinatural. La niña por primera vez supo que ella no lo estaba imaginando aquella vez, al ver la reacción del Doctor. También sabia lo que iba a pasar. Aquel ser extendió sus manos atrapando Henrick antes de que pudiera gritar y lo mato de la forma mas despiadada e inimaginable. Ni siquiera Emily, incluso presenciando aquella escalofriante escena, encontraría las palabras apropiadas para definir como lo hizo. Lo unico que estaba claro es que fue tan horrible que incluso a pesar de su inmenso odio llegaba a ser cruel.
La figura alta y escuálida una vez se encargo del depravado de Borner se acerco a Emily. Esta por un instante se asusto al ver que la criatura tenia la misma cara que el hombre al que tanto odiaba, deseando que desapareciera de su vista. cero los ojos de terror, el ser se paro en seco entonces y llevándose la mano izquierda a la cara odiada hizo desaparecer su rostro, quedando solo un espacio vació y pálido. Como si cumpliendo los deseos de la niña se hubiera arrancado el rostro. Parecía entonces como si quisiera obedecer y complacer a Emily, con su mano izquierda la criatura le dio el osito que hacia tanto tiempo no había visto. La niña comprendió, entonces, que ese ser había nacido de su mente, que había nacido de su odio y dolor. Era poco probable pero era la única explicación medianamente lógica que encontraba sin enloquecer por lo sucedido. Aunque descabellada, se dijo a si misma, era la única. Decidió entonces llamar a su creación Slenderman, el hombre delgado. La niña controlaba a aquel ser, el cual la protegía como ella siempre deseo. Complaciendo la en todo, parecía que incluso la amaba. Emily nunca mas confió en ningún otro ser humano, solo en su nueva mascota. Tomo la casa del doctor Henrick Borner y en ella prosiguió sus experimentos y teorías que casi parecían brujería. Había pasado de una enferma a ser la conocedora de los secretos de la desquiciada mente humana, cuyos frutos pueden dar vida a formas físicas reales en las condiciones adecuadas. Descubrió que a través de ciertos procesos mentales podía abrir puertas, la física cuántica que intentamos descifrar en nuestros tiempos. De hecho era así como Slenderman parecía transportarse. Era complicado, pero podía crear cosas que durasen en el tiempo manifestando sus pensamientos. Pero a pesar de que Slenderman era eterno, la niña no lo era. A medida que crecía su control sobre Slenderman disminuía mas y mas. Como si este ser no la reconociera a medida que se hacia adulta. Como si al cambiar de niña a mujer, dejara de ser la misma persona para su criatura. En un momento dado su creación se volvió contra ella, como ella se había vuelto contra su creador...
Slenderman entonces mato a Emily, la cual ya no era la niña que amaba, y se dedico a buscar a aquella niña, que el mismo asesino, por el mundo. Bagando sin rumbo entre los solitarios y sombríos recovecos de la civilización humana. En busca de la niña que el recordaba, Emily. Pero antes de morir su creadora manifestó a través de la preocupación y la técnica Psycologica un nuevo deseo, unas notas de advertencia las cuales si se recogían conseguirían salvar a las victimas de Slenderman, los niños, preferentemente las niñas. Era lo único que Emily podía hacer para suavizar el impacto de su pecado, de haber creado a su monstruo. Por su parte el sombrío y escuálido ser continuo navegando por las dimensiones del mundo. Sin rostro, con su traje funerario, buscando a la niña que el tiempo le arrebato y matando a cualquier niño o niña que no fuera su dulce Emily.
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